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TEMAS ESCRITOS
Las ideas que tenemos en la cabeza rara vez están organizadas para expresarlas tal y como hay que presentarlas o exponerlas. Antes de escribirlas debemos ordenarlas si queremos que el que nos lea entienda exactamente lo que queremos decir:
- Trabajos narrativos. Consisten en presentar la información siguiendo un orden temporal. Por ejemplo contar lo que se hace un día de clase.
- Trabajos descriptivos. Consiste en presentar la información situándola en el espacio. Por ejemplo decir como es tu clase.
- Trabajos argumentativos. Consisten en presentar “argumentos o pruebas” para persuadir a alguien a que acepte un punto de vista u opinión. Por ejemplo, escribir sobre la conveniencia de asistir todos los días a clase.
- Trabajos expositivos. Consisten en “explicar” algo. Por ejemplo, decir como funciona la clase, o un motor de combustión.
Etapas en la realización de un trabajo escrito:
- Planteamiento del problema: consiste en identificar, aislar y redactar el tema a trabajar.
- Recogida de la información: consiste en recopilar, organizar, leer y reflexionar sobre la información del tema a trabajar,
- Redacción: se debe empezar con una primera redacción o borrador. En una segunda, reorganizar mejor las ideas y corregir posibles errores.
Modelo de informe de cualquier trabajo desarrollado por el alumno:
- Portada y datos identificativos.
- Introducción: En este apartado hay que decir lo que se ha hecho, por qué y cómo se ha desarrollado el trabajo. Se debe informar al lector de nuestras intenciones y objetivos.
- Contenido o desarrollo: Conviene distribuirlo en párrafos o apartados en los que desarrollar las ideas o argumentos lo más claramente posible.
- Conclusión: Aquí hay que resumir los resultados del trabajo o los puntos más importantes y las conclusiones a las que hemos llegado.
- Apéndice o Anexos: En el se incluye todo el material que ilustra el trabajo: tablas, gráficos, fotos, etc.
- Bibliografía: Aquí se referencian todos los libros, artículos, etc., consultados.
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