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USUARIOS DE INFORMACIÓN

El concepto de usuario de información alude, de forma genérica, a todas las personas que solicitan, demandan o utilizan:

de un determinado sistema o unidad de información para resolver sus necesidades de documentos, datos o información y/o para el desarrollo de sus actividades.

Esta definición implica:

Históricamente, el concepto de usuario tiene su origen en la denominación que las instituciones bibliotecarias han empleado para designar a los lectores (library users) de los documentos que albergan; y por extensión a los investigadores (searcher) y buscadores de información (information seeker) que consultan sus colecciones bibliográficas.

Actualmente también incluye a aquellas personas que pagan por los servicios de información que solicitan, por lo que la noción de usuario se ha expandido desde su significación original como lector de libros, para relacionarse semánticamente con acepciones como solicitante o demandante de servicios (enquirer, requester), consumidor de información (information consumer) y, de forma genérica, cliente (client, patron), entendiendo como tal al usuario de información, considerado desde la perspectiva de la gestión de la organización orientada hacia la consecución de la calidad.

Las conductas, los hábitos, los deseos y las necesidades que desarrollan los diferentes públicos –los usuarios de información– que acceden a los recursos informativos son objeto de análisis para disciplinas específicas incluidas dentro de las Ciencias del Marketing – Estudios y análisis de mercados y Marketing de servicios – y también de la Biblioteconomía y Documentación – Estudios y perfiles de usuarios de los sistemas de información; Recuperación de Información, etc. –.

Para estas ciencias, el conocimiento de los usos y demandas de información resulta relevante puesto que existe un número creciente y muy diversificado de personas que necesita –en su vida profesional, personal y sus actividades cotidianas– recursos informativos que les permitan llevar a cabo procesos de toma de decisiones relativos a ámbitos y actividades de naturaleza muy diversa, como la política, el comercio, la producción de bienes, la educación, la salud, el ocio, el desarrollo social y comunitario, el ejercicio de los derechos ciudadanos, etc.

Las acciones y los comportamientos que desarrollan los usuarios pertenecen a categorías predefinidas de actividades relacionadas con la información, como son:

Todas ellas están guiadas por objetivos precisos y determinados que definen las “necesidades informativas” de cada individuo concreto que busca solución ante un déficit informativo identificado:

El valor de la información está determinado, por tanto, por los objetivos que guían su uso por los usuarios de la misma.